La enfermedad invasiva por streptococcus pyogenes, es producida por el agente etiológico de la escarlatina, faringoamigdalitis y erisipela. En su mayoría evoluciona satisfactoriamente con penicilina, pero en algunos casos puede provocar infecciones graves especialmente en la piel (fascitis necrotizante), bacteriemia y sepsis (llamadas enfermedades invasivas) con elevada mortalidad.
Quiénes pueden ser los más afectados
La mayor cantidad de casos, se presentan entre el primer y los siete años de vida. También se puede dar en bebés de meses de vida y hasta los 15 años.
Tienen mayor riesgo de presentar enfermedad grave quienes tienen enfermedades crónicas (como asma, diabetes o patologías cardíacas), al igual que quienes presentan varicela, traumatismos previos, impétigo, cirugías, eccemas, quemaduras o heridas en la piel.
También quienes presentan en simultáneo cuadros de gripe.
Cuáles son las distintas vías de contagio y como tratarla
Esta bacteria se propaga mediante contacto directo con secreciones de la nariz o la garganta de las personas infectadas o mediante contacto con las heridas o lesiones de la piel.
El tratamiento de las personas afectadas es con antibiótico y luego de 24 horas de tratamiento, disminuye la propagación de la bacteria.
En la actualidad no existe inmunoprevención mediante vacunas.
Cuáles son los signos de alarma y cómo actuar
Ante todo cuadro de fiebre, con o sin síntomas acompañantes, se debe concurrir al médico para que realice el diagnostico y evalúe si se trata de una infección bacteriana que requiera indicar antibióticos.
En el caso de la enfermedad invasiva por streptococcus pyogenes, es muy importante consultar urgente a un profesional si se presentan los siguientes síntomas:
- Fiebre con temblores.
- Palidez marcada y/o coloración azulada de labios y extremidades.
- Manchas rosadas violáceas en la piel.
- Dificultad para respirar que se incrementa.
- Rechazo de líquidos y alimentos.
- Cuadros confusionales, sueño o irritabilidad excesiva